Sin Historial
Tengo veinticuatro horas para encontrarlo. Mil cuatrocientos cuarenta
minutos para presentarme. Ochenta y seis mil cuatrocientos segundos para
enamorarlo y sólo un beso para que me vuelva a olvidar.
En una sociedad perfecta, donde no hay espacio para el rencor ni el
odio; un mundo donde no tienes tiempo para recordar, los engaños y las
mentiras no tienen efectos secundarios, ya que sólo basta un día para
que los dejes atrás.
Porque cuando el reloj da las doce todas las mentes se formatean, bueno…
Todas a excepción de la mía.
Agradecimientos Anónimos
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